diciembre 25, 2010

Tuve una pesadilla en medio de la ciudad,
todo era gris, blanco y negro.
Y las calles estaban vacías, tan vacías como mi manos.

Tuve que correr desesperada, buscando alguna forma
de salir de ese maldito sueño. Buscando un indicio,
alguien, que me diga como cambiarlo todo.

Tuve que desafiarte. Encontrarte y dejarte.
Todo era tan oscuro y tan claro, al mismo tiempo.
Tuve que enfrentarme a todos los miedos.

Y era una pesadilla porque la imagen viva de mi vida
se desvanecía poco a poco, y yo quería alcanzarla
al menos para juntar las cenizas.

Y era un mal sueño porque nadie aparecía, nadie me ayudaba.
Y en la soledad infinita de ese eterno resplandor,
no encontré una salida...

me desvanecí con la imagen, la ciudad y el sueño.