mayo 18, 2009

recortes de semana


Esta semana tuve varias conversaciones un tanto interesantes, de las cuales pude sacar provecho y definirme un poco más como persona. Creo yo, aprendí algo... y creo también que algo enseñé. En conclusión, me di cuenta que el hombre está aprisionado por una especie de miedo... un miedo que te consume y es la única constante que no te deja ser completamente LIBRE. Pero este miedo está radicado de varias formas: esta quién tiene miedo a caer y no poder levantarse, a fracasar, a no ser lo suficientemente importante para el otro, a no encajar con quien quiere encajar, a perder, a sufrir, a pasarse la vida no encontrando una salida, a nunca definirse... está quien tiene miedo a lastimar a los demás ( y acá me refiero a todos los idiotas que no van de frente porque creen que la verdad puede lastimar, y buscan zafar de alguna manera) y termina lastimándose a si mismo... está quien tiene miedo a seguir adelante, a pasar la página, a continuar porque cree que el estado en el que esta es el mejor que puede conseguir... y no se anima, no arriesga... y así pierde. El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento que provoca la percepción de peligro presente o futuro. Ahora, no es ridículo tenerle miedo a algo que todavía no pasó... ¿y por qué tenemos miedo? En lo personal, creo que la única manera de vivir la vida es arriesgando... el miedo te inhibe, te prohibe, te dice "no lo hagas", juega contra tus propias convicciones y deseos. Por que claro, es más fácil asegurarse lo que tenes que llegar a perderlo por querer conseguir algo más. Es estúpido, qué clase de avance podes tener con esa mentalidad. Otra cosa que puedo destacar es la ilusión. Varios ejemplos, hasta propios, me hicieron dar cuenta que "las ilusiones alimentan la decepción", porque esperamos que sucedan cosas, que si nos ponemos a analizar, sabemos que jamás pasarán... entonces... cuál es el sentido de darse la cabeza contra la pared una y otra vez si sabemos que podemos dar la vuelta y cambiar de camino. Es así, una puerta de cierra, pero otras miles se abren. Y acá también actúa el miedo. El miedo a salir, a ver que hay más allá. 

*me hubiese explayado más pero por reservar fuentes y citar ejemplos creo que las palabras necesarias y justas son estas.